La adecuada dirección técnica siempre es importante, sobre todo cuando se trata del ámbito tan sensible como el penal. 

La labor del abogado, ha de ser especialmente minuciosa en cuestiones de índole criminal y siendo claro que no existe un caso idéntico a otro, es fundamental analizar el caso concreto de manera pormenorizada. De este modo, podremos aportar y obtener la máxima información posible sobre el asunto y  conocer cada detalle de la investigación que se está efectuando en el marco del respectivo procedimiento judicial. 

   Una vez realizado lo anterior y examinadas las opciones existentes, se determina y sigue la estrategia procesal más idónea para velar por los derechos de nuestro cliente.